Resolviendo un falso dilema

Por la confluencia de distintos factores, el SEIIC constituye una experiencia sin precedentes a nivel mundial. Si bien está  aún en fase de estabilización y ajustes, su funcionamiento a nivel país con 36 plantas (100% del proyecto) con muy buenos índices de producción y en proceso de aumento constante es un dato incontestable. Para decirlo en forma clara y directa: el sistema conocido como de Cajas Negras finalmente está plenamente operativo y en su etapa de ajustes finales.

En su dinámica, el SEIIC presenta una conjunción que a primera vista parece llamativa.

Es que une a un sector de la economía que ha hecho su apuesta central a la generación de Carne Natural de acuerdo con las tradiciones nacionales, con una herramienta de seguimiento basada en un fuerte componente tecnológico.  Esta aparente contradicción no es tal si se tiene en cuenta que en el mundo que vivimos asegurar las condiciones naturales de un producto para mercados masivos (o sea, no en escala artesanal) es un desafío de gran magnitud. Allí está la respuesta a la aparente paradoja.

La ecuación es clara. Uruguay ha doblado su apuesta a la Carne Natural.

La inversión en tecnología va en un sentido muy específico: conocer más acerca de los ciclos naturales y aprender cada vez más a seguirlos en sus cadencias propias, aprovechando para ello las herramientas de la Sociedad de la Información. El SEIIC es una instancia de apuesta tecnológica en la industria alimentaria pero ese emprendimiento no se dirige a manipular la naturaleza sino, por el contrario, a conocerla más para respetarla profundamente.

Como mensaje final nos gustaría dejar un enunciado sencillo: el Sistema de Información de la Industria Cárnica del Uruguay es una experiencia que pertenece a todo el país que apunta a una Tecnología Responsable,articulada sobre dos coordenadas: respeto de lo natural + compromiso con su conocimiento.